Frecuentemente en mi práctica diaria, me encuentro con propietarios que se presentan a Pet point con la intención de desparasitar a su perro o gato porque “ya le toca”, y es este argumento el que hoy por hoy domina en la mente de los propietarios.
En la actualidad en medicina veterinaria, en los pacientes caninos y felinos adultos, se busca no desparasitar profilácticamente, es decir, no desparasitamos cada 6 meses o 3 veces al año como si fuera una receta de cocina. Muy al contrario recomendamos a nuestros propietarios realizar antes un estudio de heces a nuestros pacientes caninos o felinos con la intención de determinar si el paciente está parasitado y cual o cuales son los parásitos que se encuentran mermando su salud con nombre y apellido, para así poder diseñar un protocolo específico para ese paciente en particular de acuerdo a su edad, raza,alimentación, características físicas y estilo de vida. Es decir, para cada paciente el médico veterinario diseñará un protocolo único de diagnóstico y posterior tratamiento.
En el caso de los cachorros de perro y de gato, los especialistas en Parasitología Veterinaria recomiendan que estos pacientes caninos y felinos sean desparasitados a las 2, 4, 6 y 8 semanas de vida, con la intención de eliminar parásitos de estos jóvenes organismos mismos que pudieron adquirir a través del consumo de la leche materna (como la toxocara) o a través del contacto con secreciones de la madre parasitada, el medio u otros animales. Dichas infecciones tempranas no siempre son posibles de detectar con la prueba de heces. Será el médico veterinario que determine de acuerdo a la edad, origen y raza el uso de desparasitante en dichos cachorros.
Una vez que compartimos esta información en el momento de la consulta, sugerimos recolectar una muestra de heces por día durante 3 días, misma que recibimos en nuestras instalaciones donde las analizamos. Si el paciente resultó positivo a parásitos se comenta el resultado, se ofrece el tratamiento y por último al término del mismo se realiza un estudio más de control. Este es de solo un día con la intención de estar seguros que el organismo u organismos que parasitaban a nuestro paciente fueron eliminados del cuerpo, o de lo contrario saber que este paciente aún está infectado con algun parasito de los que fue diagnosticado. Si sigue infectado, entonces buscamos una alternativa de tratamiento, ya que en medicina veterinaria de pequeñas especies nos estamos enfrentando cada día más a la resistencia de medicamentos por parte de las bacterias, virus y parásitos.
Entenderá entonces, apreciable lector, la importancia de realizar un estudio de heces antes de desparasitar. Sin el estudio, podemos desparasitar a un paciente que no lo requiere, utilizar una mezcla inadecuada de medicamentos (por la presencia de más de un parásito), desparasitar por un periodo inadecuado (ya que si no conozco el parásito, tampoco conoceré su ciclo de vida y tiempo de permanencia en el organismo) o peor aún suponer que nuestro paciente fue desparasitado con éxito y solamente haber conseguido que el parásito o parásitos se vuelvan más resistentes a los diferentes medicamentos que tenemos a la mano para el tratamiento de parasitosis de perros y gatos en la actualidad.
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